En los últimos años y actualmente, Puerto Rico, al igual que otros países
del mundo, está enfrentado una guerra en contra de las drogas. Cada día salen
nuevas drogas, más potentes y peligrosas que las ultimas, en particular porque
se desconocen sus efectos tanto a corto como a largo plaza. Usualmente, es muy difícil
estudiar y predecir los patrones de qué drogas van a tomar auge en el futuro,
tomando así de sorpresa a la comunidad, los doctores y los trabajadores de la
salud. Esta es la situación con la llamada xilazina, utilizada como anestésico de
caballos por muchos veterinarios para hacer procedimientos en animales como
procedimientos dentales y castración y también por investigadores para llevar a
cabo sus estudios. Muchos estudios indican que el uso de xilazina emergió como
una droga de abuso alrededor de los años 2000 particularmente en pueblos donde
se dedican a la ganadería y la agricultura. Incluso, National Geographic desarrollo un documental en la isla en el cual llamaban a Puerto Rico "zombie island" por el estado en que se encontraban los usuarios de estas drogas en las calles.
Retrocediendo al pasado para ver de donde pudo haber surgido este
aumento en el uso de xilazina como droga recreacional, observamos que la droga empezó
siendo usado como adulterante para distintas drogas. Estudios de cromatografía de
gas/ espectrometría de masa (GS-MS) realizados en jeringuillas recogidas
encontraron que el 37.6% de las mismas salieron positivo para xilazina. La
jeringuillas que contenían la droga xilazina tenían una mayor probabilidad de
contener “speedball”, una combinación de heroína y cocaína para ser inyectada
intravenosamente (Rodríguez et al., 2008). Este estudio también revelo que los
usuarios de xilazina eran más probables de estar en peores condiciones de salud
que aquellos usuarios de droga que no usan xilazina. Una droga emergente trae
consigo muchos problemas a nivel fisiológico especialmente en usuarios que
practican del policonsumo de drogas ya que se desconoce la interacción entre
estas.
Reyes et al., 2012
El aumento en el uso ha llevado a muchos problemas de salud en los
usuarios de droga puertorriqueños. Uno de los grandes problemas es que xilazina
se administra principalmente mediante la inyección intravenosa, aunque hay un
porciento (14%) que reportaron el uso por inhalación. En este estudio, llevado
a cabo entrevistando usuarios de droga en San Juan, Mayagüez y Aguadilla, se encontró
que el 35% que usaban xilazina padecían de lesiones en la piel y el 21.1% habían
tenido por lo menos un episodio de sobredosis (Reyes et al., 2012).
Conclusión
Se deberían tomar muchas medidas para enfrentarse con esta nueva droga relativamente desconocida. Primeramente, se deberían establecer intervenciones a los usuarios de drogas intravenosas para que se eviten los problemas de salud, como por ejemplo las ulceras en los usuarios de xilazina. Esto es propuesto por Colon et al. (2009) quien establece que se les deben ensenar practicas de limpieza e higiene para prevenir infección, De igual manera a base de lo que se conoce, se debería buscar educar el público, en
especial aquellos que ya están en el mundo de las drogas o que están propensos
a hacerlo, sobre los efectos de las drogas tanto a nivel del sistema nervioso
central, como del resto de su cuerpo. Los usuarios de drogas deberían estar conscientes
de lo que se están administrando al cuerpo. Lo contrario es lo que ocurre
actualmente en Puerto Rico. En el estudio mencionado de Reyes et al., se
condujeron entrevistas para preguntarles sobre el conocimiento que tenían sobre
la droga que revelo que los usuarios sabían que era anestesia de caballo pero desconocían que específicamente era xilazina. Evidentemente, hacen falta más estudios no solo para entender los mecanismos de la droga y así su potencial de abuso, sino que para también desarrollar estrategias para tratar personas que toman una sobredosis y que se vuelven adictos a la anestesia de caballo.
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